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Durante mis estudios en el Cégep de Lévis, he podido ser cada vez más autónoma e independiente. Pero sobre todo, sabía que en caso de tener algún problema, ya sea a nivel de la compresión de los cursos, de los diferentes cuestionamientos sobre mi trayectoria académica o de los otros aspectos de la vida en general, podía contar con las personas de contacto del cégep. Además, como estudiante extranjera no siempre es fácil sentirse integrada desde el principio; una tiende a sentirse sola y perdida. Se programan varias actividades para integrar a los nuevos estudiantes internacionales, en la ciudad y en el cégep, de manera que nunca me he sentido apartada en absoluto, al contrario, y eso es lo que más me ha gustado del Cégep de Lévis.
Lévis es una ciudad muy tranquila para estudiar, si no se quieren muchas distracciones, es la ciudad perfecta. Está perfectamente bien situada y si uno quisiera encontrar un aspecto un poco más «urbano» ¡basta con ir a Québec, que está del otro lado del río!
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