Este programa tiene como objetivo formar personas aptas para ejercer la profesión de grafista. El programa permite conciliar dos exigencias de formación, a saber la polivalencia y el dominio de una función técnica.
La polivalencia se ve garantizada por competencias generales que les permiten a los grafistas demostrar autonomía y creatividad en el cumplimiento de sus funciones. Estas competencias facilitan además su adaptación a situaciones de trabajo nuevas, como consecuencia de una evolución técnica continua. La adquisición de tales competencias favorece igualmente en estas personas la capacidad de analizar las necesidades de la clientela y de comunicar sus ideas de manera apropiada. Los grafistas pueden afrontar situaciones muy diversas y ser llamados a ejecutar los pedidos de clientes de diferentes sectores de actividad. Deben decodificar las necesidades de los clientes para proponerles un producto que responda a dichas necesidades, teniendo en cuenta el estilo, la competencia, el presupuesto, los plazos y los clientes. En este contexto, deben poseer una amplia cultura general, que pueda alimentar su trabajo de creación. En las competencias generales, se tienen en cuenta las diferentes dimensiones de la profesión.
El dominio de una función técnica necesaria para la integración armoniosa en el mercado del trabajo se garantiza con la adquisición de competencias particulares directamente relacionadas con las tareas de la profesión. Al entrar al mercado laboral, los grafistas realizan proyectos de edición, proyectos de identificación visual, proyectos publicitarios, proyectos tridimensionales y proyectos multimedia. En este marco, colaboran con la concepción de dichos proyectos, analizan e interpretan las características conceptuales o los esbozos, organizan y estructuran los elementos desde el punto de vista de la comunicación visual y garantizan su viabilidad. Para llevar esto a cabo, los grafistas utilizan las herramientas de las técnicas de comunicación. Pueden ser convocados para trabajar en diferentes tipos de empresas. Las agencias de publicidad, los estudios de diseño gráfico, los estudios de producción multimedia, las editoriales, las imprentas, las grandes empresas y los organismos gubernamentales contratan grafistas. Un buen número de grafistas trabajan como contratistas para esas empresas y organismos o como trabajadores autónomos administrando un pequeño estudio. Las competencias particulares previstas en el proyecto de formación traducen estas diferentes facetas de la profesión.