Este programa tiene como objetivo formar personas capaces de ejercer la profesión de diseñador de moda. El trabajo del diseñador de moda consiste ante todo en crear colecciones de ropa y garantizar su puesta a punto. Los diseñadores de moda trabajan en sectores variados de la industria de la indumentaria, por ejemplo la ropa de mujeres, hombres y niños, las pieles, la indumentaria profesional, etc. Pueden trabajar como empleados dentro de una empresa o ser jefes de empresa y garantizar la puesta en mercado de sus propias creaciones o aún más, ser trabajadores autónomos y ofrecer sus servicios a distintas empresas.
En el ejercicio de sus funciones, el diseñador de moda está entonces llamado a crear colecciones con una frecuencia determinada para la empresa que lo emplea. En este contexto, diseña proyectos de colección cuya ejecución planifica, organiza y supervisa. El desafío principal del diseñador de moda consiste en producir colecciones adaptadas a las necesidades cambiantes de la clientela dentro de lapsos de tiempo limitados.
El diseñador de moda debe ser multifacético, considerando la gran cantidad de tareas que debe realizar para llevar a cabo su trabajo. La apertura de espíritu, un buen conocimiento de las tecnologías relacionadas con el campo, al igual que el dominio del inglés, son ventajas que favorecen el ejercicio de este oficio. Además, como la organización del trabajo en el seno de las distintas unidades de la empresa está directamente ligada a la acción del diseñador de moda, este último debe trabajar en estrecha colaboración con los recursos profesionales del medio para coordinar constantemente con ellos su acción a lo largo de las actividades de producción de las colecciones.
El papel del diseñador de moda es extremadamente importante en la empresa. Sobre él recae la responsabilidad de crear colecciones de ropa que se distingan bien de las de la competencia y que al mismo tiempo estén bien adaptadas a las necesidades de la clientela y a las exigencias de la empresa. En el medio de la moda, las tendencias actuales muestran que el éxito de la empresa depende en gran parte de la capacidad del diseñador de moda de lograr captar las necesidades de la clientela para proponerle productos originales y bien adaptados.
Esta profesión se adecua particularmente bien a las personas que poseen un espíritu creativo, pero que al mismo tiempo pueden lidiar con las numerosas limitaciones de la industria de la indumentaria.