El analista programador debe responder a las necesidades de empresas avocadas a diversas actividades. Por lo tanto, puede trabajar en empresas que tengan sus propios departamentos de informática, que desarrollen software o que presten servicios informáticos. Cabe señalar que donde más se utilizan los servicios de los analistas programadores es en el desarrollo de aplicaciones que respondan a las necesidades de pequeñas, medianas y grandes empresas en crecimiento. Este campo registra importantes cambios que se traducen entre otras cosas, en una creciente diversificación, y por ende en una demanda muy importante de productos nuevos: se trata de aplicaciones de comunicación caracterizadas por la usabilidad, la interactividad y los multimedia.